martes, 8 de noviembre de 2011

LA MASA Y EL VOLUMEN.

Para conocer la inercia que presentan los cuerpos y que depende de la cantidad de materia que tienen, se inventó una magnitud que llamamos "Masa"'. Así pues, la masa es la cantidad de materia de un cuerpo, independientemente de la sustancia o clase de materia de que se trate, ( ¡ recordemos!, es una propiedad general). Podemos decir entonces que la masa es la medida de la inercia.
 

La masa se mide con la " balanza", comparándola con la de otros cuerpos de masa conocida, llamadas masas- patrón. La unidad más empleada de masa es el kilogramo, que se corresponde con la masa de un cilindro de Platino e lridio, que se guarda en la Oficina Internacional de Pesas y Medidas, en Sevrès, cerca de París.
El volumen puede definirse como el lugar que ocupa un cuerpo en el espacio. La unidad de volumen más importante es el metro cúbico, (m3), que equivale a un dado de un metro de largo por un metro de ancho y por un metro de alto. También se emplean el decímetro cúbico, (dm3), y el centímetro cúbico,(cm3). Otra unidad muy empleada en la vida cotidiana es el litro, que equivale al dm3.
         Para medir el volumen de los líquidos se utilizan instrumentos como las probetas, buretas, pipetas, vasos graduados... Cuando se trata de un sólido regular  se emplean las fórmulas matemáticas según su forma. Por ejemplo, si se trata de un objeto con forma de caja o de cubo se multiplican el ancho por el largo y por el alto. Si se trata de un cilindro se multiplica su altura por el área circular de su base, ( Õ R2). En cambio, si el sólido es irregular, como por ejemplo una piedra hay que recurrir a métodos indirectos.

SISTEMAS DE UNIDADES.

          Para trabajar con las propiedades de la materia, los científicos necesitan realizar medidas apareciendo así las unidades. Cada propiedad o magnitud tiene unas unidades características que se han inventado para la ocasión. Aquí tenemos una tabla con algunas propiedades que necesitaremos para resolver problemas durante este curso:

        PROPIEDAD
        UNIDAD
        MASA
KILOGRAMO (Kg.)
        LONGITUD
METRO (m.)
        TIEMPO
SEGUNDO (s.)
        ÁREA
m2
        VOLUMEN
m3
        DENSIDAD
Kg/m3








         La masa, la longitud y el tiempo se llaman magnitudes elementales o fundamentales, ya que pueden medirse diréctamente con el aparato correspondiente. Las demás magnitudes derivan de ellas, como por ejemplo la densidad que relaciona la masa y el volumen.

         Cada una de las unidades tienen sus múltiplos y divisores correspondientes que ya debes conocer de cursos anteriores. Por tanto, además de medir las propiedades de la materia, se hace necesario ponerse de acuerdo en las unidades que se vayan a emplear. Aparecen de este modo los llamados Sistemas de Unidades, que son conjuntos de unidades que se utilizan en ciencias para ponerse de acuerdo en la transmisión de informaciones. Los más utilizados son el Sistema Internacional y el Sistema Cegesimal.
Para realizar conversiones o cambios de unidades se un sistema a otro o dentro de una misma escala se emplean algunas propiedades de las fracciones que ya conoces muy bien de cursos anteriores. Si multiplicamos una cantidad por una fracción cuyo valor es uno, la cantidad no se modifica. En ciencias Naturales llamaremos a este tipo de fracciones: coeficientes unitarios.

jueves, 20 de octubre de 2011

El destino del Sol: ¿Es también el nuestro?


          No será  un eclipse lo que al final se lleve el último rayo del Sol, esa estrella brillante que es capaz de sorprendernos tanto por su belleza como por su feroz violencia. Parece imposible de creer, pero el Sol no siempre estará allí. Al final, incluso el Sol debe morir.
El Sol tiene una cantidad limitada de combustible en su núcleo. La fusión sucede a una tasa que se puede calcular. Digamos que tenemos la tasa de uso combustible y sabemos la cantidad de combustible disponible; de esta forma con un simple cálculo sabremos cuando va a morir el Sol: aproximádamente 5 mil millones de años.
Desafortunadamente, el Sol no morirá con una gran explosión. Es demasiado pequeño para explotar en una supernova. No obstante, las estrellas tienen un comportamiento particular. Son una de las pocas cosas que se calientan para luego enfriarse. Al agotar su combustible de hidrógeno, nuestra estrella se enfriará y gradualmente colapsará bajo su propia fuerza de gravedad. La energía de este colapso calentará nuevamente el núcleo hasta alcanzar cientos de millones de grados, lo cual es suficientemente caliente para quemar el helio. Bajo el calentamiento extra por la combustión del helio, la estrella comenzará a expandirse lentamente hasta llegar a ser una orbe monstruosa llamada Gigante Roja.
Crecerá tanto, que absorberá las órbitas de  Mercurio, Venus y la Tierra. Es probable que la Tierra cambie ligeramente su órbita y que eso evite que el Sol la absorba. Sin embargo, con el calentamiento global, no quisiéramos estar ahí.
Al final, las capas exteriores de nuestro Sol serán tan inestables que se separarán y dispersarán por el espacio dejando atrás un núcleo del tamaño de la Tierra. Recuerda que la mayor parte del Sol se habrá reducido pasando de millones de kilómetros al tamaño de la Tierra, que es de un poco más de 9 mil kilómetros y medio de ancho. Nuestra otrora grandiosa estrella reducida a cenizas que se enfrían lentamente.
La vida como conocemos dejará de existir cuando muera el Sol. Todo esto representa malas noticias para la raza humana, pero, viendo el lado positivo, tenemos 5 mil millones de años para prepararnos para este desastre.

lunes, 17 de octubre de 2011

¿Si existen, serán amigos o enemigos?

     Artículo del ABC referente a las declaraciones del científico Stephen Hawking sobre la posibilidad de la vida extraterrestre.

         Alerta extraterrestre: «No son nuestros amigos»     Stephen Hawking avisa sobre los peligros de contactar con una civilización alienígena que pudiera venir a exterminarnos.Nadie duda de que en un Universo de magnitudes desproporcionadas exista vida más allá de la Tierra. Pero hay una pregunta que aún no se ha podido responder de modo uniforme: ¿Cómo será esa forma de vida?
El prestigioso y a la vez polémico físico inglés Stephen Hawking puso el dedo en la llaga hace un año al levantar la voz de alarma sobre las constantes señales de nuestra existencia que estamos mandando al espacio en busca del contacto extraterrestre. La teoría de Hawking se basa en la lógica matemática que siempre ha regido su cerebro: "Los extraterrestres que reciban nuestra señal o no dispondrán de la tecnología suficiente para respondernos, o bien tendrán una muy superior que les permitirá venir hasta la Tierra". ¿Y si resulta hostil esa civilización alienígena a la que hemos llamado nosotros mismos? Afirma el físico que mejor que enviar señales lo que deberíamos hacer es escondernos. Y es que Hawking alerta de que puede producirse el mismo efecto que cuando los españoles llegaron a América en 1492: Una civilización más desarrollada que se lleva los recursos de otra que lo está menos y que, incluso, puede enfrentarse a su desaparición. El pasado mes de mayo Hawking volvió a la carga en una entrevista publicada por 'The Guardian' en la que, además de asegurar que ir al cielo después de la muerte no es más que un cuento de hadas, insistía en que «la noción de vida extraterrestre es real, pero peligrosa». Esta teoría 'espacio-apocalíptica' no ha dejado de ganarse críticas entra la comunidad científica a lo largo de los últimos meses. "Si los alienígenas quisieran conquistar nuestro planeta podrían haberlo hecho ya en los últimos 4.500 millones años", afirma Paul Davies, científico del proyecto SETI –Institución encargada de la búsqueda de vida extraterrestre y que en estos momentos está paralizada por falta de fondos-. "Cualquier cosa que nosotros tengamos aquí, ellos podrían encontrarla en el lugar donde viven. Y en el caso de que en la Tierra haya algún recurso que no exista en su planeta natal, seguramente habría una forma más fácil de conseguirlo que la de venir aquí a invadirnos", piensa Seth Shostak, también investigador del SETI. Por su parte, David Morrison, director del centro de investigación espacial Ames de la NASA es de la misma opinión, aunque con reservas: "si una civilización ha podido perdurar a lo largo de cientos o miles de años es casi seguro que habrá conseguido resolver los problemas que tenemos nosotros. O por lo menos así lo espero".      Indicios:
     Las dos sondas Voyager, una de las cuales ya navega fuera de nuestro sistema solar, llevan consigo un disco de oro con sonidos e imágenes de nuestro planeta. Además, el SETI ha enviado numerosas señales a la espera de que alguna de ellas sea contestada. Y eso sin contar los numerosos satélites y mecanismos artificiales que han quedado vagando por el espacio tras cumplir su vida útil. Los temores de Stephen Hawking ante la vida extraterreste se han visto reflejados en el libro de reciente publicación 'Primer contacto', obra de Marc Kaufman, director nacional de 'The Washington Post'. Según escribe Kaufman, "en el SETI se supone que cualquier civilización con la que tuviéramos la suerte de contactar sería inofensiva. No hay evidencia de que esto sea cierto o falso, es solo lo que ellos creen". Mientras tanto el físico británico aprovecha las páginas de 'Primer contacto ' para lanzar una nueva justificación de su teoría: "solo tenemos que mirarnos a nosotros mismos para ver cómo la vida inteligente puede convertirse en algo que no te quisieras encontrar".
     Por el momento, sea bueno o no, la humanidad ha enviado ya una buena serie de indicios sobre su presencia en la Tierra.


Fuente: ABC Periódico Electrónico S.L.U.ANDER AZPROZ / MADRIDDía 25/06/2011 - 19.25h